domingo, 18 de enero de 2009

Espera 1

Esperábamos el 112 y comenzaste a contarme un cuento; se trataba del amor, de una banda que nos gustaba, de por qué fumas marihuana y de lo feliz que sería a tu lado. Los protagonistas estaban sentados en un bar y ella le decía a él que tendría que esperarla, ya que tenía que ordenar su vida, pensar las cosas y así sabría si podría tener el gran amor de él, que lo único que hizo fue mostrarse entero en su desnudez… a muchos le pareció poco.
Recién ahora caigo de lo largo que era tu cuento: duró desde que nos subimos en Lanus, continuó mientras nos bajamos en Saavedra y terminó recién hoy, justo cuando me di cuenta de que ya no tendría que esperar más.
No me había dado cuenta de que ningún trayecto unía tu destino con el mío, que no estaba en la parada de mi cuadra, que me habías cambiado el cartel…
Sé que el cuento aún no terminó, que no cumpliste tus promesas y no las cumplirás, que tratarás de soldar las roturas de aquél espejo que te refleja tal cual sos… por eso cambiaré de espera: porque ya conozco tu final…

Ilustraciones: (arriba) "Cuento en la parada del 112" (boceto arrugado) tinta sobre papel. 8 x 5 cm. (abajo) "Espera 1" Acrilico sobre tela. 30 x 40 cm

Mujer 1 – Hyatera

Sin querer (o queriendo tal vez) me corte el dedo índice con una hoja muy amarillenta y ajada y como si fuese un sueño febril me transporté en el tiempo, pero no en el espacio…
Es decir, supe que era el pasado (algo así como el siglo XVIII), pero no sentí materialización alguna a mí alrededor… ni siquiera en mi mismo.
Hostia!! Sigo sin poder explicarlo… Imaginadse sin cuerpo, pero sintiendo el tacto; que no tenéis vista, pero viendo; no teniendo nada alrededor, pero sabiendo que existe…
¿Sería tal vez el mundo del que os hablaba Platón? ¿El de las Ideas?
En definitiva, no había nada que pudiera yo percibir, pero si conceptos que podía… ¿“sentir”? En fin…

Solo sé que te “vi”, pero tú no eras tú… además de que no eras material, pude sentir que no eras tú, eras algo así como tu antepasado.
Te vi… pero lo que mas vi fue a tu útero: una maceta llena de tierra, en un mundo lleno de macetas llenas de tierra, donde no había jardineros, pero si semillas; nadie que os cuide, pero condiciones dadas para que germinarais.
En eso traté de buscarme a mi mismo, pero no me encontré entre tantas semillas
“nacer, reproducirse y morir… tú: un instrumento”

Ilustracion: "Mujer 1 – Hyatera" Tinta sobre papel. 35 x 50 cm